El vino se ha transformado en un estilo y un referente para disfrutar los placeres que otorga el descanso, los paseos, la salud y también la belleza.

Ahora, además de buscar el entorno del vino, la mujer (y también el hombre) encuentra en los polifenoles de la uva la esencia natural que conserva lozanía y tersura de juventud en la piel.

Son conocidas las condiciones climatológicas extremas a las que se somete el cultivo de la vid para desarrollas el máximo de su potencial en la uva. Ante exigencias de este tipo, obviamente la naturaleza tiene su respuesta que preserva al producto en todo su proceso de maduración, protegiéndolo de las temperaturas extremas.

Se trata de los polifenoles, que son un conjunto moléculas que se concentran, sobre todo, en la piel de las uvas tintas. Entre estas moléculas se destacan los ácidos fenólicos (cumarínico, cinámico, cafeico, gentísico, ferúlico y vanílico) y flavonoides (catequinas, quercitina y resveratrol), los que son sintetizados por una vía metabólica común a partir de la fenilalanina.

Teniendo en cuenta estas ventajas a las que la naturaleza dotó al producto de la vid, nació en Francia una ciencia reparadora relacionada con la cosmetología: la Vinoterapia. Su principal centro de difusión se produjo en la zona de Graves, una suregión de Bordeaux situada al sureste sobre la orilla izquierda del rio Garona. Esta área comprende localidades tan famosas como Sauternes, Pessac, Talence, Léognan, Martillac, Saint-Morillon, y Portets.

Allí se producen los tres vinos clásicos de Bordeaux: tinto, blanco seco y blanco dulce. Los primeros establecimientos de Vinoterapia de la región pronto adquirieron fama mundial. Hoy en alguno de ellos, hay listas de espera de varios meses generadas en interesados de todo el mundo para disfrutar de sesiones relajantes de esta disciplina.

De allí, la Vinoterapia pasó a ser un lugar privilegiado de los más prestigiosos spa de todo el mundo. El tratamiento de vinoterapia suele consistir en baños en cubas con vinos con varietales señalados como de mayor riqueza en polifenoles. Estos baños liberan la tensión muscular y descansan todo el cuerpo.

Además de estos tratamientos la uva es utilizada para obtener aceites, preparados para masajes corporales, cremas faciales y para el cuerpo, así como numerosos productos de belleza.

Sin embargo, ahora se consiguen estos productos para una atención de los propios interesados en sus domicilios, y las distintas cremas y aceites generalmente se relacionan con la experiencia de bodegas que conocen la materia prima que trabajan.

En otras notas volveremos sobre ese nuevo aspecto de la Vinoterapia, para ayuda de nuestras lectoras amantes del vino y devotas de la atención de su propia belleza.

Fuente: Diario del vino www.diariodelvino.com 28.03.12