• Visita a Viñedos y Bodega Marichal.
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El sábado 29 de Noviembre de 2008 en horas del mediodÃa visitamos esta bodega familiar para recorrer sus viñedos, su bodega y celebrar sus 70 años. |
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Abriendo por primera vez para visitas las puertas del rancho original de la familia Marichal que data principios de siglo pasado.
El mejor lugar donde pudimos degustar sus excelentes vinos. Las antiguas habitaciones acondicionadas para transformarlas en una sala de degustación en donde la historia, la tradición familiar y la proyección internacional actual de la bodega conviven y generan el ámbito ideal para el disfrute de los sentidos.
Que mejor para contarles sobre la visita que reproducir la nota de Javier Artigas en www.cuidadbiz.com.
"Un vino para quedarse en él."
"Por Javier Artigas. Hay bodegas que nacen con una clara vocación: la de prestigiar una mesa, maridando ocasión y manjares con un gran vino. El sábado pasado gracias a mis amigos Magdalena y Mario de Vinosuy, www.vinosuy.com, conocí uno de los secretos mejor guardados de Bodegas Marichal. Una estrella emergente.
Los vinos de Bodegas Marichal comenzaron a cosechar éxitos en Europa y son altamente considerados; una bodega pequeña, con 70 años recién cumplidos y a la que no le falta ni la mesa de selección, ni sus barricas, o sus piletas subterráneas con una temperatura estable de 18-20 ºC, esperando el momento de ser envasado, ni su laboratorio. A decir de un amigo, a la bodega no le hace falta ni un color, ni un olor, ni una sombra. Huele a bodega familiar, a mesa de fin de semana, a pan recién horneado, a las rosas de la abuela Teresita y a tierra mojada.
La sala de estacionamiento huele a mosto y a espléndido roble americano en el que el vino reposa esperando ocasiones especiales -como la del sábado pasado- para lucirse y ser protagonista. Un amigo bodeguero de La Rioja me enseñó que los vinos se muestran así: Los que te hacen tocar el cielo, los acompañantes en el purgatorio y los que decididamente están en el infierno, todo lo demás es anecdótico. Pues este sábado rocé el cielo de la mano del Pinot Noir de Bodegas Marichal.
Cuatro generaciones en la bodega elaboran vinos clásicos al gusto de hoy. La Bodega Marichal, con larga tradición vitivinícola en el país, se dedica a la elaboración de vinos de calidad para la comercialización en Brasil, Austria, Barbados, Italia, Inglaterra, Alemania y Luxemburgo.
Juan Andrés Marichal está al frente de la bodega de su familia y fue quien relató, -en esa tarde bendecida por la esperada lluvia-, afectuoso, orgulloso y cálido, los caminos de la bodega. Hoy, se encarga de la producción y de la exigente presentación que los vinos finos requieren en el exterior.
Con el mismo espíritu emprendedor y la valentía de sus antecesores, dicen que Juan Andrés desde niño ya sabía que su profesión iba a ser la enología y ni bien culminó con sus estudios básicos de bachillerato en el liceo de Canelones, se fue a Mendoza. Durante cinco años en Argentina trabajó en la Bodega La Rural y aprendió en la práctica lo que su familia hizo por varias generaciones en Uruguay, pero especializándose en vinos finos.
Con la marca de vinos Marichal Wines, www.marichalwines.com, la familia Marichal apunta a crecer principalmente en el mercado internacional. Parte innovadora en este emprendimiento tiene que ver con el producto mismo, ya que se está dedicando a producir vinos de cortes diferentes, como ser el de uvas Pinot Noir con Tannat o Pinot Noir con Chardonnay, sin perjuicio de competir también con los clásicos vinos ya conocidos en el mercado.
En la jornada del sábado, catamos cortes diferentes como ser el de uvas Pinot Noir con Tannat o clásicos como el Chardonnay 2006 o 2008, el Merlot y el Tannat ya conocidos en el mercado.
Pero el secreto mejor guardado de Bodegas Marichal -y la sorpresa de la tarde- fue para mí su Pinot Noir 2006. Un vino que causó sorpresas en los mercados internacionales. Un vino para quedarse en él. De un rojo rubí intenso, limpio y atrayente. En nariz, después de una oxigenación, se muestra muy sutil y complejo, con fruta no solapada por la madera, elegante y con garra. 100% pinot noir. Imperdible me atrevo a decir.
La tarde del sábado terminó apacible. La lluvia recibió aplausos y el viento jugaba entre los viñedos mientras una sensación clara quedaba entre los asistentes a la invitación de Bodegas Marichal y Vinosuy: desde Etchevarría -en la región de Canelones- soplan aires nuevos de elaboración. Aires con vocación internacional que refrescan los viñedos de la Bodega de la familia Marichal."
Como las palabras están demás, los invitamos a ver algunas de las fotos de la visita.
MB |
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