¿Cualquier vino se puede convertir a base de años en un estupendo reserva? La respuesta 
es un no rotundo. Algo que es de bastante sentido común pero que merece la pena recordar 
antes de plantearse organizar una pequeña bodega en casa o simplemente aprender cómo 
conservar mejor nuestros vinos.



Da igual si es nuestra botella más preciada o la última ganga que hemos encontrado en el 
supermercado. Saber cómo guardarlos y también cuál es el momento óptimo para descorcharlos 
es básico para que nuestra pequeña bodega doméstica no sea un desastre.

Así que, para conocer algunas de las claves básicas, hemos pedido ayuda a Lauren Rosillo 
-enólogo de las bodegas Familia Martínez Bujanda– y a la sommelier Clara Dalmau. 
Estos son sus consejos:

    · Los vinos, mejor tumbados. Algo que -aunque hay muchas teorías y muy cambiantes al 
respecto- en general se aplica también a los cavas y espumosos, sobre todo si se quieren 
conservar bastante tiempo. En este caso el contacto con el corcho y la posición ayuda a 
que no pierdan gas.
    · ¿Cuánto tiempo? Hay muchas variables y matices pero, en líneas generales, se puede 
decir que los blancos sin barrica, igual que los tintos jóvenes, están pensados para 
consumir a lo largo del siguiente año. Algo que se aplica también a los rosados.
Los cavas, champanes y espumosos aguantan bien unos dos años, aunque se puede alargar 
hasta 3.
    · Un vino joven será siempre joven. Lo mismo que un vino malo no mejorará aunque lo 
guardemos dosdécadas, un vino joven no se transformará en crianza, puesto que la uva ha 
sido producida y cosechada para ser así. Lo mismo un crianza, que seguirá siendo crianza 
por muy bien o muy malque lo conservemos aunque, lógicamente, conservarlo en condiciones 
ayuda a mantener su calidad más tiempo.
    · Temperatura constante. Posiblemente no tengamos una bodega en casa y la mayoría 
tampoco una de esas pequeñas vinateras, pero en cualquier caso lo ideal es mantener los 
vinos entre 14 y 16 grados. Pero sobre todo es básico que no haya grandes fluctuaciones 
térmicas. Así que no, dejar los vinos encima del horno no es una buena idea.
    · Corcho natural. Aunque los tapones de rosca o los de silicona se van popularizando 
-en otros países mucho más que en España- para conservar vino durante años es importante 
contar con corcho natural y de una sola pieza. La importancia del corcho natural reside 
en que permite que contacte la cantidad justa de oxígeno con el vino, adaptándose así a 
las irregularidades internas del cuello de botella.
    · La variedad de la uva importa. Existen tipos de uvas que por sus características 
envejecen mejor que otras, como cabernet sauvignon, tempranillo o viura. La zona de cultivo 
y sus características también influyen directamente en la capacidad de un vino para 
envejecer bien.
    · La crianza en barrica es fundamental. Normalmente los vinos con crianza en barrica 
están más preparados, ya que esta barrica les aporta antioxidantes buenos para soportar 
el paso del tiempo. Además de darle un carácter definido al vino.
    · 1.400 años. Más allá de las innumerables variables que pueden afectar a su 
conservación, no existe un tiempo máximo para conservar el vino. Por ejemplo, se han 
encontrado ánforas de 1.400 años con vino en perfecto estado.

Fuente: La Gulateca - 20 Minutos
www.vinetur.com - 19 de Noviembre de 2015