Generalmente cuando hablamos de evolución del vino nos referimos a cómo este se transforma en la botella con el paso de los años. Sin embargo, el vino como producto está en constante evolución independientemente de si se trata de un vino joven u otro de guarda.

En los comienzos de su historia moderna el vino debió cumplir el papel de antiséptico puesto que era un elemento importantísimo para prevenir enfermedades. Gracias a su contenido alcohólico al ser mezclado con agua eliminaba de ésta bacterias que causaban grandes enfermedades en la vieja Europa.

También fue‚ y es aún‚ un elemento fundamental para la religión lo que le ha permitido trascender. De hecho es gracias a los monjes‚ misioneros y el Cristianismo que tenemos hoy vino en todo el mundo; fueron ellos quienes lo protegieron y expandieron ya que representa‚ nada más y nada menos‚ que la "Sangre de Cristo".

Posteriormente‚ con la llegada de la guerra y la filoxera al Viejo Mundo‚ el vino fue tradición. Miles de europeos migraron llevando consigo sus costumbres y cultura‚ y así pusieron en la mesa de muchos países donde no era usanza una copa de vino para cada almuerzo o cena.

Hoy el vino es innovación‚ busca recuperar el espacio perdido entre la juventud principalmente; actualmente está visto en este segmento cómo una bebida "de mayores" y a través de una nueva imagen‚ de nuevos estilos‚ de nuevas experiencias busca hacerse nuevamente con ese lugar de privilegio con el que siempre contó. Una nueva generación de enólogos jóvenes‚ sommeliers y comunicadores trabaja para lograr ese objetivo.

Y está en manos de cada uno de nosotros lograr que la buena costumbre del consumo del vino "no decaiga"; "que no se corte".

Este post se publicó originalmente en El blog de Lau Malbec

Fuente: Vinetur, 17 de abril de 2020.