Ingredientes:
1 Botella de Mernat tinto joven.
4 yemas de huevo
1 ramita de canela
150 gramos de azúcar
300 ml de nata
250 ml de leche entera.
Elaboración:
En un cazo, mezclamos el vino y la canela y dejamos hervir y reducir hasta que tengamos medio vaso del líquido total (así conseguimos evaporar el alcohol). Tardará aproximadamente 1 hora.
Retiramos la canela y dejamos enfriar.
En otro cazo u olla, calentamos la leche y la nata.
Mezclamos las yemas de huevo con el azúcar y batimos durante 10 minutos para que tengan más volumen. Cuando la leche y la nata rompan a hervir, vertemos el líquido en el bol de las yemas y lo mezclamos todo perfectamente.
Cuando esté mezclado, lo metemos de nuevo el cazo y a fuego medio vamos batiendo con una varilla hasta que espese bien (cuidado con que no hierva, hazlo a fuego medio o bajo ya que si rompe a hervir se nos puede cortar la mezcla). Cuando haya espesado, retiramos y la dejamos a enfriar en un bol.
Mezclamos el vino con la crema y guardamos en el congelador. 30 minutos más tarde, lo sacamos del congelador y lo removemos bien con las varillas. Haremos esto tres veces más, dejando pasar las siguientes dos veces una hora en vez de media.
Una vez realizada esta operación, lo dejaremos finalmente en el congelador para que se congele por completo y podremos disfrutar de un helado de vino tinto maravilloso.
Es importante para este postre que el vino elegido sea frutal y por eso recomendamos Mernat tinto joven. También podrías hacer este helado con un blanco o con un rosado, pero siempre ten en cuenta que sea frutal, para que tenga ése sabor tan especial.
Nota: ¿Qué te parecen nuestras recetas de cocina con vino? Dan ganas de probarlas, ¿verdad? Anímate a cocinar y nos cuentas cómo ha ido. ¡Disfruta!
Fuente: Vinetur. Colaboración de: Bodegas Tierra de Orgaz
